El día 16, sábado, se celebra el Día de la lectura en Andalucía, que este año se dedica a la Generación del 27. Desde la Biblioteca hemos propuesto que el día 15, o bien el 14, todos los profesores dediquen unos minutos de sus clases a hablar de alguno de sus libros preferidos o del que estén leyendo en la actualidad, o bien lean un poema de alguna de las poetisas de la Generación, tan injustamente olvidadas. De esta manera continuamos con nuestro apoyo y compromiso con el programa de Leo en violeta.
Dejamos los tres poemas que hemos sugerido.
¡FELIZ DÍA DE LA LECTURA!
Primavera
¡Toda la primavera dormía entre tus manos!
Iniciaste en un gesto la fiesta de las rosas
y erguiste, enajenada,
esa flecha de luz que impregna los caminos.
¡Toda la primavera!
Fervores del instante transido de capullos,
gracia tímida y leve del perfume sin rastro,
caricias que despiertan el sexo de las horas.
Brotaron de tus palmas en éxtasis gozoso
los trinos y las brisas. Y tu ademán secreto
despertó en rubores la pubertad del mundo.
¡Todo vino por ti! Porque tus manos lentas
ciñeron brevemente mi carne estremecida,
porque al rozar mi cuerpo
despertaste una flor que trae la primavera.
Iniciaste en un gesto la fiesta de las rosas
y erguiste, enajenada,
esa flecha de luz que impregna los caminos.
¡Toda la primavera!
Fervores del instante transido de capullos,
gracia tímida y leve del perfume sin rastro,
caricias que despiertan el sexo de las horas.
Brotaron de tus palmas en éxtasis gozoso
los trinos y las brisas. Y tu ademán secreto
despertó en rubores la pubertad del mundo.
¡Todo vino por ti! Porque tus manos lentas
ciñeron brevemente mi carne estremecida,
porque al rozar mi cuerpo
despertaste una flor que trae la primavera.
Concha Méndez
Me gusta andar de noche
Me gusta andar de noche las ciudades desiertas,
cuando los propios pasos se oyen en el silencio.
Sentirse andar, a solas, por entre lo dormido,
es sentir que se pasa por entre un mundo inmenso.
Todo cobra relieve: una ventana abierta,
una luz, una pausa, un suspiro, una sombra...
Las calles son más largas, el tiempo también crece.
¡Yo alcancé a vivir siglos andando algunas horas!
cuando los propios pasos se oyen en el silencio.
Sentirse andar, a solas, por entre lo dormido,
es sentir que se pasa por entre un mundo inmenso.
Todo cobra relieve: una ventana abierta,
una luz, una pausa, un suspiro, una sombra...
Las calles son más largas, el tiempo también crece.
¡Yo alcancé a vivir siglos andando algunas horas!
Josefina de la Torre
Llevabas
Llevabas
en los pies arena blanca
de una playa desconocida.
Por eso
cuando a mí llegaste
no sentí tus pisadas.
Llevabas
en la voz desnuda
un compás de espera.
Por eso
cuando me hablaste
no pude medir tu voz.
Llevabas
en las manos abiertas
espuma blanca de aquel mar.
Por eso
de tu bienvenida
no pude conservar la huella.
Todo tú
venías en mi busca
y no pude reconocerte.
¡Arena blanca, compás de espera, espuma blanca!
¡Inquieto sueño de la verde orilla,
rizado de preguntas...!
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