domingo, 7 de febrero de 2016

Chernóbil, 25 años después

Los alumnos y alumnas de 1º de Bachillerato y 4º ESO de diversificación "han visitado" Chernóbil 25 años después del accidente nuclear y lo han hecho a través de la literatura y la fotografía.

"Voces de Chernóbil. Crónica del futuro" es la obra de la Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexievich de la que han leído, nuestros alumnos y alumnas, varios fragmentos. Se trata de un relato de no ficción entre la literatura y el periodismo que recoge las historias, los testimonios, las voces de decenas de víctimas del accidente nuclear: 


Hablo "con las personas para las cuales Chernóbil representa el principal contenido de su vida, cuyo interior y cuyo entorno, y no solo la tierra y el agua, están envenenados" “Intento captar la vida cotidiana del alma. La vida de lo ordinario en unas gentes corrientes. Aquí, en cambio, todo es extraordinario” . Son personas que representaron los más diversos papeles: soldados enviados a limpiar, bomberos, sus madres y esposas, habitantes de Prípiat –la ciudad de la central nuclear-, científicos y técnicos nucleares implicados, políticos, refugiados, niños que jugaban antes y después del desastre allí… El resultado es un gran reportaje coral. Su base es una gran labor de entrevistas que la autora fue haciendo con cada una de esas personas y las ofrece en forma de monólogos de dichos entrevistados. Algunos de ellos están muertos ya y otros aún sobreviven… El libro aborda la realidad y vidas que han sido escondidas por el poder, la exclusión o el sufrimiento: “Me dedico a lo que he denominado la historia omitida”.



Para completar y enriquecer, desde otra mirada distinta y otra "técnica narrativa", hemos visitado la exposición fotográfica de Antonio Benítez Barrios "Chernobyl + 25" en la sala de exposiciones de la Casa García de Viedma de Armilla. Exposición patrocinada por el C.A.F. (Centro Andaluz de Fotografía de la Junta de Andalucía).

"El reloj se detuvo en el tiempo cuando en 1986 estalló en Chernóbil el reactor número cuatro debido a una combinación de fallos técnicos y humanos. La obra del joven fotoperiodista andaluz Antonio Benítez Barrios, finalista en Desencaja 2011, pretende adentrarnos en Prypiat, la ciudad fundada en 1970 para albergar a los trabajadores de la planta, actualmente visitada sólo por investigadores, científicos y militares. Las 35 imágenes en color de la muestra se reúnen bajo el título Chernobyl+25. "Algunos fotógrafos han elegido la temática de Chernóbil como el paradigma de la destrucción, pero pocos han desarrollado una extraña poesía evocadora de la ausencia de las personas que sufrieron esa destrucción horrible. Benítez Barrios es uno de ellos” manifiesta Pablo Juliá, director del CAF.
Este joven algecireño, que empezó en la fotografía social cuando contaba tan solo con quince años, consiguió veinticinco años después de la catástrofe, los permisos, un conductor y un traductor, que le acompañaron por el mar de nieve de Prypiat, actualmente visitada sólo por investigadores, científicos y militares. “Recorrí sus calles acompañado también por un soldado que se aburría mientras me veía cavar las patas del trípode, y disparar sin pausa. Hoy es una ciudad fantasma que sigue inalterable e inhabitable”, relata el fotógrafo.
Benítez Barrios busca el rastro de las personas que allí vivieron; le interesa más el factor humano que las infraestructuras de la planta nuclear, por este motivo todas sus fotografías han sido tomadas en la ciudad de Prypiat, excepto una de ellas de la planta nuclear."


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